En la opresiva oscuridad del futuro lejano, en el Milenio 41, el Imperio de la Humanidad lucha una interminable guerra de conquista. Innumerables planetas viven y mueren bajo la mirada del Dios Emperador y sus incontables ejércitos, con los Astartes, super-soldados creados genéticamente, liderando la vanguardia. Contra ellos se alinean las fuerzas más devastadoras: Orks salvajes y con sed de sangre y guerra, Eldar enigmáticos y arrogantes y, por supuesto, las terribles fuerzas del Caos. Incontables planetas del Imperio son devastados y reconquistados en un interminable tornado de sangre.
Claramente la guerra es uno de los puntos centrales del universo Warhammer 40.000, que nace en 1987 como un spin-off de ciencia ficción del juego de combate táctico con miniaturas coleccionables Warhammer Fantasy, tomando muchos de sus elementos y adaptándolos al setting ultrafuturista. Treinta años después, no solo el juego original de mesa se mantiene vigente sino que existen un gran número de videojuegos basados en la franquicia de Games Workshop, como la saga de juegos de estrategia en tiempo real de Relic; Dawn of War.
Entre las estrellas flotan enormes naves de guerra, leviatanes de kilómetros de largo y tripulaciones de miles de almas, iluminando la oscuridad del espacio con fuego de cañón y bombardeos suficientes para devastar planetas enteros. Las Flotas de Batalla del Imperio patrullan las fronteras, expanden los límites, y mantienen una vigilancia eterna, jugando un juego de ajedrez mortal contra el enemigo interno, el enemigo externo, y el enemigo del más allá.
Battlefleet Gothic: Armada es un juego de estrategia en tiempo real de combate espacial en el universo Warhammer 40k, desarrollado por Tindalos Interactive (Conocidos por el Stellar Impact, un MOBA bastante complejo con naves espaciales) y publicado por Focus Home (Blood Bowl, Cities XL, Divinity Original Sin, Styx – Master of Shadows, etc.). Está basado en el juego de tablero de dos jugadores “BattleFleet Gothic” que existió entre 1999 y 2013, cuando fue discontinuado. El foco de Armada es el manejo de flotas de grandes naves espaciales con un combate del estilo naval en un plano bidimensional (no es posible el movimiento vertical), donde el posicionamiento y orientación son clave y vamos a maniobrar y administrar nuestros Cruceros, Fragatas y naves de combate para cumplir con nuestra misión en cada escenario.
En su modo single player, el juego ofrece una campaña donde como Almirantes asumimos el rol de administrar y comandar una Flota Imperial para derrotar a los distintos enemigos de la Humanidad. La campaña tiene una estructura muy similar a la del Dawn of War II, alternando entre dos modos de juego: El mapa galáctico – que tiene una estructura por turnos, y el combate propiamente dicho que transcurre en tiempo real.
En el mapa galáctico, durante cada turno, uno o más eventos tendrán lugar en distintos sitios o planetas, y que corresponden a distintos tipos de misiones que pueden ser de ataque, defensa, escolta, asesinato (destruir una nave en particular sin que escape), captura, etc. En cada turno tendremos a nuestra disposición una cantidad limitada de despliegues de nuestra flota, y deberemos elegir entre las distintas misiones activas al momento. Por lo general contaremos con menor cantidad de despliegues que las misiones disponibles en el turno, con lo cual será necesario elegir algunas y dejar de lado otras, lo que traerá consecuencias a lo largo de la campaña.
En esta fase del juego también podremos visitar el Puerto para administrar las naves de nuestra flota. A medida que libremos batallas, las naves que regresen a salvo ganarán puntos de experiencia y aumentarán su nivel, lo cual incrementa sus características y nos permite instalar mejoras (como por ejemplo aumentar la capacidad de sus escudos o el rango de cierto tipo de armas), asignar nuevas habilidades de combate (tales como el “Micro salto en el Warp” que transporta a la nave instantáneamente en una distancia corta, o los “Escudos Supercargados” que impiden que se puedan dañar los escudos de la nave por un corto tiempo) o mejorar las capacidades de los distintos equipos de nuestra tripulación, focalizándonos en distintas áreas como la navegación o artillería.
En la interfaz del Puerto podremos también aumentar la capacidad total de nuestra flota, destrabando slots de distintos tipos de naves (cruceros pesados, ligeros o naves escolta) según nuestro nivel de experiencia como Almirante, el cual depende de nuestra performance en las batallas.
Una vez que elegimos la próxima misión, se nos presenta una interfaz de pre-despliegue donde tendremos disponible una cantidad de “Puntos de Flota” que nos limitarán la composición la misma: las naves más poderosas tienen un costo mayor, con lo cual tendremos que balancear entre números y potencia.
El combate táctico, como mencionamos, transcurre en un plano bidimensional donde tendremos que maniobrar nuestra flota, maximizando el daño de nuestras naves según sus armas y el ángulo y orientación de disparo. Previo al inicio del combate, posicionamos las naves en un área limitada del mapa táctico, y luego podremos dar órdenes directas a nuestras naves mediante una interfaz típica de juego de estrategia en tiempo real. Las naves de la Flota Imperial son lentas, pero resistentes y con buen poder de fuego. Pueden contar además con una lanza de proa, con la que podemos embestir a las naves enemigas haciendo una tremenda cantidad de daño, especialmente a las naves Eldar, que suelen ser muy frágiles. El problema es alcanzarlas, ya que tienen la flota más rápida y ágil del juego. Su poder de fuego es también superior al de las naves imperiales. Las naves Ork se especializan en su capacidad de aceleración para cargar y embestir naves enemigas, con armaduras de proa altamente resistentes, mientras que las fuerzas del Caos se basan en el largo alcance de sus armas, y en los distintos beneficios que reciben sus naves de parte de los Dioses del Caos.
El combate de Battlefleet Gothic: Armada es muy entretenido; las batallas solo duran unos minutos, aun utilizando bastante la función del Cogitador Táctico, que nos permite bajar considerablemente la velocidad de simulación para poder definir mejor nuestras órdenes y movimientos. Los escenarios de combate se generan al azar, con elementos tales como asteroides, minas espaciales, o nubes de gas donde ocultar las naves. El área de combate es limitada, lo cual es entendible a nivel balance y diseño del juego.
A nivel visual, el juego se ve muy bien: Los modelos 3D de las naves son excelentes, están super detallados y, a pesar de que generalmente mantendremos la cámara alejada para ver mejor la situación, transmiten la sensación de que se trata de naves realmente enormes vistas desde lejos. El estilo artístico y la paleta de colores sobria se adaptan perfectamente al ambiente de Warhammer 40k.
El sonido es regular, algunos efectos como explosiones o disparos parecen como estar “saturados”, a pesar de que bajemos el volumen, y lo mismo ocurre con los diálogos de algunos personajes. El voice acting está bien logrado en líneas generales. La música es muy buena, con orquestas dramáticas que acompañan perfectamente la acción.
La performance del juego es aceptable, aunque peor de lo que se esperaría por el volumen gráfico y cantidad de objetos presentados en pantalla por el juego, con lo que es probable que haya lugar para mejorar a nivel optimización y performance. Lamentablemente tuve bastantes problemas técnicos con el juego, que cada tanto deja de funcionar y se “cuelga” con un mensaje de error. Esto me pasó en momentos al azar, ya sea sin actividad en el menú o en pleno combate, a veces a los 10 minutos de abrirlo y otras veces después de un par de horas de juego. Probé muchísimas cosas para intentar solucionar el problema, pero solo logré reducir su frecuencia (no sé bien cómo) y nunca eliminarlo completamente. En los foros de Steam correspondientes al juego hay bastantes usuarios quejándose de éste y otros problemas técnicos y bugs. Tindalos está sacando parches regularmente, así que esperamos que eventualmente puedan resolver estos problemas.
En resumen, Battlefleet Gothic: Armada es un muy buen juego, con mecánicas de combate sólidas y entretenido, que sufre de algunos problemas técnicos como la falta de optimización del motor, y otros más graves como los cuelgues (que espero sean resueltos a la brevedad), con lo que lamentablemente se desluce. Recomendable a los amantes de juegos de estrategia y combate táctico naval o de naves espaciales, y sin dudas para fanáticos del universo 40k.
Agradecemos a Seba Kingmaker, experto en Warhammer 40.000, por su colaboración para esta review!