Primera Mirada
En esta generación Asus optó por un diseño con colores bien oscuros, combinando negro y gris para quedar bien en prácticamente cualquier sistema.
Cuenta con un robusto VRM de CPU de 14+2 fases para proveer alimentación estable aún overclockeando los Ryzen 9 y sus 12 o hasta 16 núcleos.
También posee 4 slots de memoria ram DDR4, capaces de soportar hasta 128GB de memoria con frecuencias de hasta 4800MHz.
En la mitad inferior, tenemos todo lo relacionado a expansión, donde se destacan sus dos puertos PCI-Express 4.0 x16 (El 2do. tiene conexión eléctrica x8), como también sus dos puertos M.2 PCI-E 4.0 x4 refrigerados por el disipador de chipset.
También se dispone de 8 puertos SATA III para conectar HDDs o SSDs que utilicen esta interfaz, y tener un menor precio por capacidad, obviamente sacrificando velocidad.
En la esquina superior derecha encontramos tres conectores para fans de 4-pines que Asus recomienda usar como conectores para la bomba de un AIO y para dos fans, los display de 8 segmentos del Q-LED, y conectores RGB tanto 5050 como para tiras digitales.
La esquina inferior derecha también tiene gran conectividad, con la posibilidad de conectar sensores de flujo de agua, sensores de temperatura, además de conectores habituales como conectores de fans, USB frontales, y más conectores para tiras RGB 5050 o digitales.
Como mencionamos, el CPU en este review es el AMD Ryzen 9 3900X, el monstruo de 12 núcleos y 24 hilos de AMD que hasta la llegada en Octubre del Ryzen 9 3950X es lo mejor que ofrece AMD para su plataforma AM4.