Hay ocasiones en que los juegos dejan de ser solo una combinación de acciones para lograr un objetivo, y se convierten en una película donde la historia se hace una de las mejores experiencias que yo –personalmente- he vivido en la ‘historia gamer’. Una trama impecable, gráficos excelentes para su época, jugabilidad que algunas personas podían acusar de ‘repetitiva’, ya que básicamente tenía componentes ‘hack and slash’ (beat ‘em up), pero al fin y al cabo, como dije, para mí a este juego es algo que se le puede perdonar tomando en cuenta lo generoso que es en otros aspectos.
Para comenzar, en una breve cinemática, se nos explica la pelea que existe entre el cielo y el infierno. Esta lucha se extiende por milenios hasta la llegada de los humanos a la tierra, ahí, es donde en una muestra de cordialidad entre los dos bandos, se decide hacer una tregua entre ambas fuerzas, para evitar la destrucción de esta nueva raza, los humanos, hasta que nosotros fuésemos capaces de defendernos por nuestros propios medios.
Esta tregua impuesta por ‘El Consejo’, en caso de ser violada, llamaría la intervención de los cuatro jinetes del apocalipsis, Guerra, Muerte, Disputa/Lucha (Hambre, de los jinetes tradicionales.), y Furia (Victoria, en los jinetes tradicionales.). Agentes que pelean por cada lado (Ángeles para el Cielo, y Demonios para el Infierno, *duh*.) decidieron romper esta tregua, y armar un gigantesco desastre en medio de Nueva York.
‘Meteoritos’ caen del cielo, que no son más que demonios luchando con ángeles dentro de bolas de fuego.
El caos se apodera de la ciudad, y en ese momento vos entras en juego, en el papel de Guerra, el primer jinete del apocalipsis, un caballero dueño de una espada fenomenal, y una armadura digna de envidiar. Y si me permiten decirlo, Guerra es uno de los personajes mejores diseñados de la historia de los videojuegos, junto con Tyrael de Diablo, y Zeratul de StarCraft, Scorpion de Mortal Kombat, entre otros.
Voy a tomar esta introducción al juego como todo lo que me permito decir de la historia, porque jamás me perdonaría ‘spoilearles’ algo a los que no tuvieron la oportunidad de jugar este excelente título de los desarrolladores de Vigil, distribuido por THQ.
Volviendo al juego, en el apartado sonoro está muy bien ambientado, las peleas tienen su musicalización aparte, el juego cuenta con todo lo que se puede necesitar en este aspecto. En tanto a lo gráfico, ya pude dejar entrever que es un juego que excede las expectativas, siendo un adelantado para su fecha, y teniendo en cuenta que no es distribuido ni desarrollado por las empresas más ‘taquilleras’ de siempre. Quizá ahí es donde este apartado salió ganando, la historia. Es una historia muy emocional, que te llevará a encariñarte con Guerra, y compartir sus emociones, pero más allá de eso, toda la trama general del juego, la historia en sí, el entorno, es algo que no se suele ver seguido, es algo que difiere de la regla clásica de los juegos que están de moda.
La jugabilidad, que para algunos es repetitiva, creo que trata de evitar serlo, y lo hace muy bien, con ‘finishing moves’ muy bien desarrollados, una variedad interesante de enemigos, y combos de golpes muy satisfactorios, con las clásicas mejoras en armas, y variedad de las mismas.
En otro apartado se desarrolló el segundo juego de la entrega, donde esta vez intervenís como muerte. Una historia diferente, con otro excelente personaje principal, y que no tiene desperdicio, desde acá deseamos que pronto resurja de los creadores la idea de continuar esta saga que ha quedado trunca, puesto que se suponía que iban a ser 4 juegos, uno por cada Jinete, pero por problemas de presupuesto, solo se realizaron 2, aunque por lo que se comenta, a fines de este 2015 podríamos tener noticias muy alentadoras de Darksiders 3.
Sin más que decir, les encomiendo volver a jugar este juego, porque como un buen vino, con el tiempo solo se puso mejor, y para los que no los jugaron nunca, este es un título obligado, que por suerte no exige mucho en el apartado de hardware, y que les dará varias horas de una obra maestra.