Últimamente se está hablando mucho de lo que está sucediendo con la industria del gaming. Con el cierre de Telltale Games todavía doliendo, sumado al cierre de la filial norteamericana de CAPCOM, las cosas se están moviendo en un rumbo funesto para muchas de las grandes empresas, y no es por ser agorero, pero están sucediendo cosas un tanto graves en el mercado del gaming y a muchos esto les pasa desapercibido, vamos a analizarlo un poco para ver que sucede.
Empecemos hablando de como funciona, por lo general, el inicio de una nueva empresa de videojuegos. Dichas empresas, las mal llamadas INDIES, tienen una tendencia a aparecer y multiplicarse cuando una gran empresa quiebra, cierra o es anexada por otra compañía. Las personas que trabajan en la industria, lógicamente necesitan seguir trabajando y en el mercado internacional, especialmente en empresas mas grandes como digamos Blizzard, o Bethesda, no hay muchos lugares de trabajo, dado que todos quieren trabajar ahí y los proyectos que manejan son a largo término y muy limitados.
Hacen las cosas bien, el que mucho abarca poco aprieta. Entonces, cuando una empresa cierra muchos de sus empleados quedan en la nada. La falta de un gremio que englobe a los trabajadores de las desarrolladoras de videojuegos es un problema. Siempre se privilegió el hecho de que las empresas de videojuegos fueran trabajos informales, relajados etc, cuando en realidad, son bastante exigentes para con la salud y el tiempo de sus empleados e informales en el sentido en que nadie te asegura nada dentro de la empresa.
Así que cuando Telltale cerró sus puertas el pasado mes, muchos empleados quedaron en la nada, otros inmediatamente empezaron a buscar trabajo y otros, decidieron, seguramente, empezar a abrir su propia compañía.
Aquí es donde entra el juego el segundo factor en vigencia: los inversores, o mas bien dicho, los Publishers, que son básicamente grandes empresas que se encargan de la distribución y venta del juego, se cobran una comisión y tan solo invierten un capital inicial insignificante, que a la empresa le permite subsistir, hasta que llegan las reducidas regalías de las ventas de su primer juego. Si es que acaso, este tiene éxito, porque si no, la empresa ni siquiera despega.
Así ha ocurrido con incontables INDIES en los últimos 5 años. Esto genera un efecto de bola de nieve en el mercado. Sobre oferta, poca demanda y la exigencia constante de un público acostumbrado a la satisfacción inmediata de sus deseos y poco contemplativo para con los seres humanos detrás de los mundos virtuales que ellos transitan.
Ahora veamos el tercer factor: los puntos de venta. Todos sabemos que Steam concentra más del 60 % del mercado de venta on-line de juegos para PC. Todos sabemos que esto es un monopolio asqueroso. Pero pocos saben que además, el señor Gabe Newell retiene hasta el 70 % de las regalías en las ventas de los juegos en su plataforma. ¿Por qué? Pues porque puede. Esto es el precio a pagar por estar en la plataforma de ventas más popular.
Entonces estamos en presencia de otro de los fenómenos que altera el mercado de juego: el sobreprecio. Las compañías necesitan aumentar los precios de los juegos a fin de lograr llegar a fin de mes. Triste pero cierto. Los balances no cierran si los vendedores se quedan con más del 70 % de lo que tú has creado con esfuerzo.
Esto a su vez genera en el público descontento, los jugadores se vuelvan por los Early Access, los Free to play, el público que invertía en las empresas medianas y pequeñas va desapareciendo en el free to play más popular del momento, luego se cansa y compra títulos de grandes franquicias 1 o 2 veces al año, cuando antes lo hacían regularmente.
Seguramente estarán pensando. ¿Pero esto ocurre solo en Latino américa, no? La respuesta es: NO, está sucediendo globalmente. Incluso Japón, China y Corea que eran los mayores consumidores de títulos de compañías Indies se están volcando al desarrollo local y también, a los juegos casuales y para celulares.
Mismo problema, los casual games no resuelven nada. Son juegos para pasar el rato, o como los llamo yo: “juegos de inodoro”. Vamos, admítanlo, saben que es así. Con el avance de las nuevas tecnologías de desarrollo, más y más casual games saturan el mercado, mientras que las principales franquicias (los mas jugados como Clash Of Clans) son los que verdaderamente se llevan la pasta con las micro transacciones u obtienen mejores tratos con respecto a la publicidad in-game.
Entonces ocurre todo un efecto de retro-alimentación, que lentamente está matando a la industria del gaming. ¡Pero esperen! No es que esté matando realmente a la industria, sino que está matando a la gente que trabaja en la industria, la gente que trabaja para USTEDES, lectores de este artículo probablemente.
Porque cuando una empresa grande como Telltale cierra sus puertas, los que se joden son sus empleados, sus dueños tienen dinero para pasar el resto de sus vidas en sus mansiones mirando a la nada, o, creando una nueva empresa en Europa, o aquí mismo en Latino américa sin que nadie les exija responder por sus malas decisiones o los errores que llevaron a su empresa a la quiebra.
¿Qué podemos hacer al respecto? Pues por ahora nada. Solo toca esperar y ver como responde esta industria, que ya de por sí es volátil. Ahora mismo, conseguir trabajo en la industria resulta sumamente complicado, habiendo más de 700 personas experimentadas a la búsqueda de trabajo y si ustedes estaban esperando encontrar un trabajo en el exterior, para tratar de escapar de la situación económica local y los abusos de las empresas y agrupaciones de videogames locales, pues nada. Sorry Latinoamérica, no eres la única que está pasando un mal trago con respecto a la industria del gaming.
Así es el negocio, así son las cosas. Solo toca prepararse para lo peor y esperar lo mejor. Como siempre, los dejo con una pregunta:
¿Cómo resolverían ustedes la inminente crisis en la industria del gaming a nivel global?
No se olviden que esta industria nació de la creatividad y del amor que la gente con talento aplicó y cultivó durante años, ustedes podrían bien ser los próximos Mike Morhaime o los Gabe Newell del futuro. La decisión está en vuestras manos.