El FBI solicita al Congreso estadounidense facultades que le permitan disminuir la seguridad móvil mediante la instalación de puertas traseras en Android e iOS. El objetivo es combatir la delincuencia y el terrorismo.
Los teléfonos móviles cifrados se han convertido en un problema para la policía federal estadounidense, debido a que dificultan sobremanera su trabajo.
Desde el 2011, Android ha incorporado la posibilidad de cifrar los datos a nivel de dispositivo. Sin embargo, la función sólo fue activada como estándar en junio de este año con Android 5,0 Lollipop. Paralelamente, Apple incorporó funcionalidad de seguridad equivalente en iPhone y iPad mediante el nuevo sistema operativo iOS 8.
Estas herramientas de seguridad impiden que desconocidos puedan leer los contenidos del teléfono en caso que el usuario lo extravíe. Sin embargo, coloca a Apple y al Google en una situación en que es imposible acceder a los contenidos del aparato, incluso contando con una orden judicial.
El director del FBI, James Comey, se refirió al tema en un programa de televisión, donde incluso declaró que Apple y Google colocan a sus usuarios por encima de la ley. Comey señaló que la nueva funcionalidad de cifrado dificulta el trabajo de su organismo para combatir la delincuencia y el terrorismo. El director del FBI agregó que las conversaciones con Apple y Google no han conducido a los resultados esperados.
Por ahora es poco probable que el Congreso acceda a la petición del jefe del FBI. La publicación cita a varios legisladores, demócratas y republicanos, que dudan que la propuesta logre obtener el apoyo legislativo necesario para enmendar la ley.