Si por algún motivo alguna vez te imaginaste alcanzar los 1,000 fps en Doom Eternal, resulta que todo lo que necesitás es un Intel Core i7 9700K, una Nvidia RTX 2080 Ti, metal líquido, mucha experiencia en overclocking y algo de nitrógeno líquido. ¿Fácil, no?
El community manager polaco de Bethesda, Lukasz Lesniewski, dijo que poco después del lanzamiento de Doom Eternal, “se puso en contacto con el director de eventos de hardware, x-kom, para un proyecto especial de QuakeCon at Home. El objetivo era sencillo pero abrumador: lograr y grabar Doom Eternal corriendo a 1.000 fotogramas por segundo”.
Para lograr esta hazaña, el Intel Core i7 9700K de ocho núcleos recibió un boost de 3GHz en todos los núcleos, aunque no todo dependía del CPU, por supuesto. La tarjeta gráfica de Nvidia GeForce que utilizaron los overclockers fue la Asus RTX 2080 Ti Strix, que viene con un reloj base de 1.350MHz y un boost de reloj de 1.650MHz en la configuración de fábrica. La RTX 2080 Ti es actualmente la tarjeta gráfica más rápida del mercado, y estos overclockers lograron que funcione a 2.4GHz.
Además, utilizaron una placa madre Asus Maximus XI APEX, 2×8 GB de memoria RAM HyperX Predator 4,000 MHz, 512 GB de almacenamiento M.2 NVMe Samsung Evo Plus y una fuente Be Quiet de 1200W Straight Power.
En el video podemos ver a los overclockers desarmar la RTX 2080 Ti y esparcir lo que, probablemente sea, un recubrimiento para proteger los circuitos del PCB, de modo que la pasta térmica no conductora se pueda agregar al die de la GPU para lograr una mejor conductividad térmica, y luego se pueda agregar nitrógeno líquido en sin ningún riesgo.
Una vez hecho todo esto, el sistema super enfriado y overclockeado logró pasar la cifra establecida como objetivo de los 1,000 FPS en Doom Eternal para este overclock.