Microsoft no permitirá que los usuarios eludan los requisitos de hardware de Windows 11 (en el lanzamiento), como pudimos ver con la versión beta . Esto significa que los equipos con menos de 4 GB de memoria y sin TPM 2.0, no podrán correr el nuevo sistema operativo. Los usuarios que utilicen procesadores que no cumplan con los requisitos de Microsoft tampoco podrán instalar Windows 11.
Lo más probable es que se cumpla el requisito de como mínimo un CPU de doble núcleo de 1 GHz, mientras que los usuarios que utilizan procesadores Intel Skylake y Ryzen de primera generación recibirán una simple advertencia. Hace unos días, un portavoz de Microsoft dijo que si bien es malo para ellos que muchos no puedan usar el nuevo sistema operativo, lo importante es recordar que esto se está haciendo para garantizar que los dispositivos sean productivos y seguros.
Sabemos que muchos no podrán actualizar ha Windows 11, pero lo que debemos recordar es la razones de por que estamos haciendo esto, una es mantener los dispositivos más productivos y dos es que sean mas seguros que nunca.
Windows verificará automáticamente el hardware
Parece que la herramienta de actualización de Windows verificará automáticamente el hardware y notificará a los usuarios si son elegibles para la actualización antes de descargar el sistema operativo. Además, Microsoft podrá determinar la compatibilidad del dispositivo utilizando datos de telemetría, y aunque las empresas recibirán una advertencia, los consumidores no podrán eludir las restricciones modificando la Política de grupo.
Anteriormente, Microsoft había declarado en una publicación de su blog que estaba considerando agregar el soporte a los procesadores de 1.a generación Ryzen y 6.a generación Skylake a través de datos de telemetría de usuarios beta, pero no hemos escuchado nada al respecto desde entonces. Es poco probable que los requisitos se reduzcan, aunque la mayoría de ellos son absurdos.
Fuente: Microsoft