Esta semana arrestaron a otras 15 fuentes de venta de Cheats del popular BattleRoyale PUBG, y se suman a las ya miles de páginas que fueron sancionadas por lucrar con la venta de cheats, autohotkeys, macros y demás trampas para que los ratboys puedan hacer de las suyas en los juegos online.
La cantidad de estas páginas fraudulentas sigue aumentando día a día y es algo bastante loco, dado que ya hay cientos de casos en los que la venta de cheats para los juegos online e incluso el uso (ver nota sobre Trampa en el Fortnite y demanda a un jugador) puede llevarte a sanciones legales o la cárcel.
Esta semana hubo otros arrestos en China que acumulan una fianza de aproximadamente 30 millones de Yuanes (apróximadamente 6,4 millones de dólares). De acuerdo con un representativo de la empresa PUBG Corporation, Ryan Rigney: «se está trabajando en arrestar y llevar a la justicia a aquellos que se dedican a desarrollar, distribuir y/o vender cheats para PUBG en China y otros países».
Pero además de crear wall hacks y aimbots, estos estafadores además introducían un código malicioso dentro de los cheats, que se dedicaba a robar información de los usuarios, confirmando el rumor de que aquellos que compraban hacks terminaban siendo a su vez hackeados. Oh, la ironía…
Esta tendencia creciente a resolver el tema de los cheaters por medio de la vía legal, que empezó cuando Blizzard Entertainment dijo: «¡Basta loco! ¡Se va todo al carajo!» y empezó con la persecución de aquellos que vendían leveleo de personajes y cosas por el estilo y siguió con la antes mencionada demanda de Epic Games a un jugador por hacer trampas en Fortnite, ya se está volviendo la principal herramienta que las empresas usarán a partir de ahora para perseguir y sancionar a los malvivientes digitales.
Así que ya saben, si están pensando en chitear en algún juego recuerden, podrían ganarse una: ¡Cheaters, Cheaters, Jail Dinner!