Parece que no todos es color de rosa para la realidad Virtual, y parece que ZeniMax ha puesto una demanda contra Oculus VR, acusándolos de apropiación indebida de secretos comerciales, infracción de copyright y afirman rotundamente que fueron ellos quienes convirtieron en realidad el prototipo de Palmer Luckey.
ZeniMax afirma que el Oculus Rift se está construyendo basándose en secretos comerciales que el fundador de Oculus y media docena de ex-empleados de ZeniNax se han llevado a Oculus de forma ilícita. Oculus se está beneficiando indebidamente de años y millones de dólares que ZeniMax dedicó a investigar.
«La demanda interpuesta por ZeniMax no tiene fundamento alguno», esto dijo un representante de Oculus. «Como ya dijimos anteriormente, ZeniMax no ha contribuido en modo alguno a la tecnología de Oculus, y nos defenderemos con firmeza ante estas acusaciones». Oculus se ha «apropiado indebidamente de la propiedad intelectual de ZeniMax y la ha explotado comercialmente en su propio beneficio». ZeniMax incluye código fuente con copyright, secretos comerciales y «know-how técnico» relativo a la realidad virtual que forma parte de su propiedad intelectual. La compañía cursó la demanda ayer, según reza la nota de prensa, porque «los esfuerzos realizados por ZeniMax para resolverlo de forma amistosa no han tenido éxito».
ZeniMax afirma que la compañía ha dedicado años y «decenas de millones de dólares» a la investigación y desarrollo de, entre otras cosas, realidad virtual y tecnologías inmersivas.
ZeniMax afirma que fue un empleado suyo, John Carmack, quien presentó el visor en el E3 con Doom 3 BFG. Según la demanda, Rift atrajo la atención «gracias al esfuerzo de Carmack». A continuación Luckey formó su empresa y utilizó el hardware y software de ZeniMax para crear los kits de desarrollo Rift. «Sin ello, Rift no habría sido un dispositivo viable», afirma la demanda. Luckey pidió ayuda para crear el vídeo de Kickstarter, y Carmack le aconsejó que era «muy importante NO utilizar nada que fuese considerado propiedad de ZeniMax en la promoción del producto». En lo que ZeniMax describe como una «descarada desconsideración de los derechos de ZeniMax», el vídeo de la campaña de Kickstarter mostraba imágenes de Doom 3 BFG Edition.