La respuesta fue más formal de la esperada, de hecho casi aburrida, aunque es difícil colocarse a la altura de Torvalds para responder con esa categoría cuando no eres un personaje de culto, sino que una empresa seria.
Primero, fueron con las palabras generales: que el soporte para Linux es importante para la compañía y son apasionados por entregar una gran experiencia gráfica. El tema divergente es el apronte utilizado para aquello. Porque dicen entender que algunos preferirían que la empresa entregase documentación detallada sobre los aspectos técnicos e internos de cada chip gráfico (GPU) -cosa que no hacen-, o bien involucrarse en las discusiones de la comunidad en torno al desarrollo del kernel de Linux -lo que tampoco realizan.
En cambio, prefieren desarrollar y basarse en su propio entorno y código en lugar de apoyarse en el trabajo de la comunidad y lo que ellos tienen hecho, lo que según dicen, les permite ofrecer una experiencia más consistente entre los clientes de manera más transversal entre distintos sistemas operativos.
En palabras simples, para darle soporte a sus productos ellos hacen todo y no toman en cuenta los avances que hace la comunidad que trabaja en el kernel Linux, algo que se reflejaría en el hecho que en el ranking de personas que contribuyen en número de líneas para el kernel de Linux en la arquitectura ARM, ellos están en la segunda posición, porque claro, se llevan todo el peso sin mirar lo que hace el resto.