Parece que tres de los 20 accionistas de Microsoft, que pidieron no ser nombrados por razones obvias, quieren que Bill Gates deje la empresa.
Resulta que estos inversores han comenzado a presionar a la junta directiva para eliminar a Gates, ya que ellos creen que el cofundador de Microsoft sigue siendo una persona muy influyente que podría bloquear la adopción de nuevas estrategias para el gigante informático de Redmond.
Bill Gates tiene actualmente el 4,5 por ciento de la empresa y es también uno de los miembros del comité recién fundado encargado de buscar un nuevo CEO, así que los accionistas tienen miedo de que él podría influir en las negociaciones con los actuales candidatos.
Gates está más centrado en sus esfuerzos de caridad que en el negocio de Microsoft, negando con cada ocasión que volvería a la empresa en una posición de tiempo completo.
La esposa de Bill, Melinda, y varios amigos cercanos se han opuesto a un posible regreso a Microsoft, sobre todo porque están implicados en varios proyectos filantrópicos alrededor del mundo.
Microsoft continúa la búsqueda de un nuevo CEO, y unas fuentes familiarizadas con las negociaciones indican que los principales candidatos para el puesto son el jefe de Ford, Alan Mulally, y el ex jefe de Nokia, Stephen Elop.