La gravísima situación en Grecia comienza afectar de manera directa a las empresas de tecnología. Prueba de ello ha sido el reciente atentado perpetrado contra la sede de Microsoft en Atenas mediante una furgoneta llena de botes de gas.
Los autores del ataque lograron reducir a los guardias de seguridad de la central para poder estrellar literalmente la furgoneta. Por suerte, la explosión generada por los botes inflamables no generó heridos, tan sólo se produjeron cuantiosos daños materiales.
La directiva de Microsoft ha pedido a los empleados que no vayan a trabajar hasta que se reparen los daños. Por otro lado, se desconoce el móvil o los autores que produjeron dicha acción.