Microsoft nos informan de que la tecnología háptica hace por el sentido del tacto lo mismo que los gráficos de un ordenador por el sentido de la vista. La pantalla de la que nos hablan es capaz no sólo de reproducir estas sensaciones, sino que dicho motor se podrá ajustar según las circunstancias.
Nos ponen el ejemplo del tacto de una piedra y el de una esponja: mientras el primero requiere de un tacto duro y más fuerza a la hora de deslizar el sentido del tacto, el segundo es más suave y requiere de menos resistencia. Si esto se combinara con imágenes 3D podría ser el inicio de un nuevo tipo de experiencia.
Microsoft piensa en el sector médico como el principal para este tipo de pantallas, aunque no es difícil imaginar otros usos menos éticos.