Microsoft dejará de otorgar soporte a Windows XP, lo que significa que no habrá más parches, actualizaciones ni reparaciones de vulnerabilidades que se puedan descubrir después de esa fecha. Avast ha salido hoy a criticar la decisión de Microsoft, asegurando que terminar con el soporte es «un gran error, especialmente porque Microsoft no ha tenido mucho éxito en traspasar usuarios de XP a sistemas más nuevos».
El 23,6% de los usuarios de Windows todavía están usando XP, y eso provocará problemas en toda la industria.
«El abandono de Microsoft no solo afectará a los usuarios de Windows XP, sino que creará un gran problema de seguridad para todo el ecosistema. Decenas de millones de PCs corriendo XP conectados a Internet, sin parches y sin actualizaciones de seguridad, están esperando ser explotados. El sistema operativo será un objetivo fácil para hackers y será visto como una compuerta para infectar a otros PCs con otros sistemas operativos», asegura Ondrej Vlcek, jefe de operaciones de Avast.
La compañía destaca que 95% de los cajeros automáticos del mundo siguen usando XP, que requerirán actualizarse o buscar alguna alternativa para protegerse.