En los foros y redes sociales siempre se habla de este tema, el aumento del consumo en las CPU y GPU, genera debates que dura horas, días y meses y hasta crea fanáticos obsesivos de algunos fabricantes. Ahora una encuesta revela que el 85,5% de los usuarios cree que el consumo de energía es algo en lo que tienen que trabajar más los fabricantes.
Según los consultados, la mayor preocupación está relacionada con los impactos que un mayor consumo de energía puede tener en la factura de la luz, el 33,5% de las personas lo señala como el principal problema. Para el 28,5%, la temperatura generada por el hardware es la mayor preocupación, ya que exige nuevas soluciones de refrigeración que no siempre son viables.
El tercer lugar lo ocupa el ruido con un 12,2 por ciento, ya que un mayor requisito de refrigeración tienen un impacto en el ruido del sistema además de mayor consumo, en muchos casos si es un Water Cooler, tenemos que conectar la bomba y varios ventiladores. En el último puesto del ranking de prioridades se encuentra la preocupación por el medio ambiente, con un 11,3%.
Al 14,5% no le importa el aumento del consumo
La encuesta también reveló que una parte minoritaria, pero considerable, de usuarios no tiene grandes preocupaciones sobre el aumento del consumo de energía. Para el 14,5% de los votantes, este no es un factor relevante al construir una nueva PC con componentes de nueva generación.
El aumento en el consumo de los componentes se ha evidenciado principalmente en los últimos años. Por ejemplo podemos hablar de que en 2015 una GeForce GTX 980 Ti consumía 211 W o una Radeon R9 390X consumía casi 270W, en 2017 llego la GTX 1080 Ti con un consumo de 231 W y la Radeon RX 590 llegando a un consumo de 225W, y la RTX 3090Ti en 2022 llega a consumir 445W.
Los informes de que la próxima generación de tarjetas gráficas NVIDIA puede tener modelos con un consumo de hasta 500 a 600W parecen contradecir los conceptos básicos del mundo tecnológico. Si bien en teoría el uso de componentes con menor litografía debería suponer una mayor eficiencia energética (y una disminución del consumo), en la práctica parece que vamos en la dirección opuesta.
Fuente: Techpowerup