El mes pasado, la USPTO (Oficina de patentes y marcas de EEUU) le concedió a Apple una patente bastante importante. Ahora, nos enteramos de que, según han sugerido las especulaciones anteriores, las tensiones han aumentado debido a la posible amenaza de demandas de Apple contra los fabricantes de productos similares.
De todas formas, la patente US D661,296 abarca una categoría muy amplia de PCs, la de ordenadores portátiles en forma de cuña.
Apple utiliza el diseño para su Macbook Air, pero su solicitud de patente no es exactamente específica. De hecho, el documento presenta unas descripciones bastante amplias: “el sombreado gris sobre el dispositivo electrónico representa una superficie de aspecto metálico” y “las líneas gris relativamente ligeras en las partes de la superficie indican el contorno y no decoraciones de la superficie”.
La importancia del hecho de que se le ha otorgado la patente radica en que la compañía de Cupertino puede demandar ahora a todas las empresas que hacen ultrabooks en forma de cuña.
Esto significa la mayoría de los fabricantes de equipamientos originales. Si comienza una nueva guerra de patentes y acaba en favor de Apple, los ultrabooks podrían ser prohibidos por completo en el territorio estadounidense.
A fin de discutir las medidas preventivas, los fabricantes de portátiles y marcas de PCs de Taiwán se reunirán con los funcionarios del gobierno local (Apple todavía no ha hecho ningún movimiento contra ellos).
Según Focus Taiwan, Acer, ASUS, Compal e incluso Foxconn participarán en el encuentro.
«Deberíamos compartir nuestra información con los proveedores taiwaneses en caso de que Apple tome medidas contra ellos», dijo Wang Mei-hua, director general de la Oficina de Propiedad Intelectual del Ministerio de Asuntos Económicos.
La situación es lo suficientemente grave como para justificar este tipo de reunión, porque el mercado estadounidense recibe la mayor parte de las exportaciones de ultrabooks de Taiwán.
Hay dos soluciones principales que pueden adoptar las empresas mencionadas más arriba. Una sería crear un nuevo diseño o ajustar el diseño actual lo suficiente como para eludir los posibles litigios. La otra sería presentar una oposición a la validez y aplicabilidad de la patente de diseño.
En cualquiera de los casos, los fabricantes de PCs simplemente no pueden renunciar y abandonar los ultrabooks en este momento.