Según varios reportes anónimos recibidos por Tom’s Hardware, los nuevos procesadores Comet Lake-S que conformarán la décima generación de Intel Core para escritorio tienen soporte a PCI-E 4.0, al igual que la mayoría de las placas madre Z490 diseñadas para usar estos procesadores. Pese a eso, no se podrá usar, por lo que la plataforma soportará PCI-E 3.0 como máximo.
La causa detrás de esto es la presencia de Jitter en la señal del chipset Z490, que causa inestabilidad en los datos, por lo que no se llega a cumplir las especificaciones requeridas para la certificación de PCI-Express 4.0. Recordemos que el elevado ancho de banda de PCI-E 4.0 requiere trabajar a frecuencias altísimas, y para eso se requiere que la señal esté totalmente limpia y sin alteraciones.
El reporte añade que varios fabricantes añadieron generadores de reloj externos para eliminar este Jitter, pero debido a que no todos lo hicieron, Intel tomó la decisión de no soportar PCI-E 4.0 en esta nueva plataforma. Al ser compatibles varias placas madre, está la posibilidad de que quizás la futura generación si permita utilizar el PCI-E 4.0, aunque lo vemos poco probable ya que no todas lo soportarán, y seguramente haya que adquirir nuevas placas madre certificadas para PCI-E 4.0.
De esta manera, Intel no solo atraviesa problemas con sus procesos de fabricación, sino que incluso tiene problemas alcanzando las especificaciones deseadas para sus productos, lo cual lo sigue poniendo en una posición de desventaja frente a AMD quien ya está en el proceso de 7nm y ya soporta PCI-E 4.0.
¿Que opinan sobre estas noticias? ¿Les hubiera gustado que Intel Comet Lake-S permita utilizar PCI-E 4.0?
Fuente: Tom’s Hardware