Los Estados Unidos y China han estado teniendo negociaciones comerciales intensas desde hace bastante tiempo. Ambas partes han intentado obtener la ventaja al aumentar los aranceles de la otra parte, y la situación sigue y sigue y no parece tener fin. Desafortunadamente, existe una posibilidad muy real de que la industria de los videojuegos quede atrapada en el fuego cruzado. La Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos acaba de publicar la lista de los impuestos de importación propuesta recientemente, en donde se puede ver que las consolas de videojuegos están en la lista.
Nintendo, Microsoft y Sony fabrican muchos de sus productos en plantas chinas. Si estos nuevos aranceles se hacen reales, todas esas partes se verán afectadas con un impuesto de importación del 25%. El impuesto actual es del 10%, por lo que es un aumento bastante pronunciado. Los jugadores podrían terminar pagando consolas y PCs mucho más caras. La Entertainment Software Association ha intervenido expresando su desaprobación.
La industria de los videojuegos cuenta con un superávit comercial para la economía estadounidense. Las tarifas perjudicarán a la economía estadounidense, sus industrias y sus consumidores.
Donald Trump propuso estas tarifas por primera vez a fines del año pasado, pero en ese momento no se tomó ninguna medida. Ahora los planes están por escrito y se podrían oficializar en un mes. Las audiencias públicas comenzarán el 17 de junio, justo después de que la industria de los videojuegos concluya la E3. Dependiendo de cómo vayan las discusiones, los aranceles podrían establecerse para el 24 de junio. Trump se reunirá con el presidente chino Xi Jinping el 28 de junio en una cumbre de líderes en Japón. Si las tarifas adicionales no están vigentes, esas conversaciones serán clave para decidir el destino de estos planes.