YouTube llevo la guerra contra los Adblocks (bloqueadores de anuncios), a nivel mundial para desincentivar a los usuarios de saltarse la publicidad en su plataforma. Aunque los resultados iniciales muestran que la campaña esta surgiendo efecto, su impacto por ahora parece ser mínimo.
AdGuard, que tiene unos 75 millones de usuarios con su bloqueador de anuncios, dijo que las desinstalaciones diarias pasaron de ser unas 11.000 a finales de octubre a 52.000 el 18 de octubre, un salto considerable desde las 6.000 desinstalaciones diarias que suelen registrar. En este caso no se habla de instalaciones.
Krzysztof Modras de Ghostery, una empresa que también ofrece un servicio de bloqueo de anuncios, observó un incremento de tres a cinco veces en la cantidad habitual de desinstalaciones e instalaciones durante octubre, manteniendo así una base de usuarios constante. Modras destacó que la razón principal por la que la gente desinstalaba su extensión era la incapacidad de bloquear los anuncios de YouTube. Curiosamente, Ghostery notó que las instalaciones de su producto en el navegador Edge crecieron un 30% en octubre, lo que indica que la gente busca alternativas para sortear las restricciones de YouTube.
En AdLock, otro bloqueador de anuncios, tanto las instalaciones como las desinstalaciones subieron alrededor de un 30% durante el mismo mes.
Quien ganara esta guerra?
La conclusión es que la guerra contra los bloqueadores de anuncios apenas comienza. Con YouTube mejorando su tecnología para detener estos bloqueadores, los desarrolladores de estos servicios están buscando maneras de contrarrestar. Es una especie de juego del gato y el ratón, similar a la relación entre los creadores de malware y las empresas de seguridad, un constante tira y afloja.
Por ahora, YouTube lleva la delantera, en parte porque su nuevo sistema de bloqueo se ha implementado gradualmente. Al no afectar a todos los usuarios de golpe, esto ralentiza los intentos de los bloqueadores por hallar soluciones.