Jugar un viejo videojuego de unos años atrás (unos cuantos) en un dispositivo moderno puede cambiar realmente nuestra experiencia y perspectiva, y eso se debe en parte a que esos viejos juegos fueron diseñados para pantallas de resolución mucho más baja y nunca se usaron en las pantallas de alta resolución que usamos hoy en día.
Nvidia se ha propuesto resolver este problema y ha estado pensando en una solución durante al menos dos años. Ahora, con una nueva patente, parece que la compañía podría estar cerca de su objetivo.
La tecnología de «resolución infinita» propuesta por el gigante de las GPU es en realidad un concepto relativamente simple, y no completamente nuevo: en lugar de agrupar paquetes de texturas estáticas para resoluciones específicas, los desarrolladores usarían gráficos vectoriales escalables e incluirían un único conjunto de información de textura que se adapta automáticamente a la resolución de pantalla en la que se ejecuta el juego. Esto permitiría que los juegos se rendericen con la misma claridad en el futuro, con dispositivos de mayor resolución que los actuales.
Este tipo de adaptabilidad es común en el diseño gráfico, pero nunca se ha utilizado en video juegos, y esto es lo que la compañía está tratando de cambiar. La nueva tecnología de renderizado podría tener sus inconvenientes, por ejemplo, en el rendimiento, ya que la generación de texturas en tiempo real podría requerir más recursos que la carga de archivos de texturas preestablecidos.
Incluso si la solución de Nvidia llega a nuestras PCs, las texturas son solo un aspecto de lo que hace que los juegos antiguos se vean visiblemente peores que los modernos, ya que el conteo de polígonos no se incrementaría con esta tecnología. No obstante, la «resolución infinita» podría ser un gran paso adelante en ese sentido.