La idea es abaratar su coste al máximo, además de permitir prototipos y mejoras rápidas. Gracias a esto han conseguido un robot de 73 gramos cuyas patas-ruedas se pueden inclinar para adaptarse a diferentes situaciones.
Con un ángulo de giro de 150º, STAR puede tumbarse plano, teniendo una altura de 2,5 cm, o alzarse teniendo una anchura mucho menor. A cada lado tiene 4 rotores con 3 patas de 2,8 cm cada uno, lo que le permite desplazarse estando en cualquier posición.
Combinando todo esto es capaz de pasar por debajo de las puertas, subir grande obstáculos y pasar por zonas estrechas, además de poder seguir moviéndose si vuelca. Su batería de 300 mAh le da 30 minutos de autonomía, nada mal para un robot tan pequeño, y es capaz de desplazarse a 5,2 m/s.
[youtube id=”vXVRCpDLSHI” width=”620″ height=”360″]