Joshua Chou, un ingeniero biomédico de la Universidad Tecnológica de Sydney en Australia, llevó a cabo ensayos exitosos en un laboratorio que demostrarían que la gravedad cero puede matar a las células cancerosas.
La gravedad cero o la ingravidez se produce en ausencia de la sensación de peso, cuando las fuerzas de contacto no actúan sobre un objeto (o un cuerpo).
El trabajo de Chou busca identificar los sensores por los cuales las células cancerosas se encuentran y se convierten en tumores dentro de un cuerpo. Él piensa que estos receptores dependen de la gravedad y, una vez que esta se elimina, el cáncer se puede detener ya que las células no podrán “detectarse” entre sí.
Para continuar estudiando este enfoque, un estudiante graduado que trabaja con Chou creó el primer dispositivo de microgravedad en Australia. El aparato es un contenedor giratorio del tamaño de una caja de pañuelos, el cual es descrito como “algo que se parece a las cápsulas en las que entrenan los astronautas”.
El dispositivo le perrmitió al equipo de Chou investigar cómo la microgravedad afecta a diferentes enfermedades. Los científicos informan que hasta ahora ha sido tremendamente eficaz para eliminar las células cancerosas.
“Cuando se colocaron en un entorno de microgravedad, del 80 al 90 por ciento de las células en los cuatro tipos diferentes de cáncer que probamos (ovario, seno, nariz y pulmón) fueron desactivadas” afirmó Chou.
Normalmente, estos son los tipos de cáncer más complicados con los que luchar. Los experimentos de Chou, sin usar ningún tipo de droga, lograron eliminar dichas células o hacerlas “flotar porque no pueden continuar agarrándose”.
Las primeras pruebas
A principios de 2020 Chou y su equipo podrán probar su teoría en el espacio, lanzando un módulo especialmente diseñado con la ayuda de SpaceX. El módulo llevará los cuatro tipos de células cancerosas anteriormente nombradas (ovario, seno, nariz y pulmón). Una vez lanzado, los científicos podrán monitorearlo desde la Tierra. El experimento está programado para durar siete días, después de los cuales las células se congelarán y se enviarán a la Tierra 21 días después en un transbordador. Se realizarán más estudios una vez que las células vuelvan al laboratorio en la Tierra.
Si el experimento resulta exitoso no significa que todos los pacientes serán enviados al espacio para su tratamiento. La idea de Chou es desarrollar un fármaco que los pacientes puedan tomar en la Tierra y que “engañe” a las células para hacerles creer que están en el espacio.
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Fuente: Big Think