El director de responsabilidad corporativa en AMD, Justin Murrill, explicó que la decisión de utilizar la arquitectura chiplet en los procesadores EPYC llevó a una gran reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, con una estimación de decenas de miles de toneladas al año.
AMD inició la incorporación de chiplets en sus productos hace unos siete años. La transición de una arquitectura monolítica a una multichip les ha dado varias ventajas. Entre estas, se incluye una mayor flexibilidad en el diseño de productos al permitir la combinación de diferentes módulos, así como una mejora en la eficiencia de la gestión térmica.
AMD ayuda al medio ambiente.
AMD ha diseñado los procesadores EPYC mediante la agrupación de chips de cómputo CCD alrededor de un chiplet IOD unificado que cumple la función de centro de ES (es un chip que se fabrica en una etapa temprana como prueba). La empresa sostiene que esta estrategia de utilizar múltiples chiplets individuales en lugar de uno solo monolítico resulta en un aumento del rendimiento por oblea de silicio. En caso de encontrar algún defecto, se descarta un chip relativamente pequeño en lugar de un producto completo de mayor tamaño, lo que reduce los costos de producción, además de minimizar las pérdidas de energía y materias primas.
Murrill afirmó que al fabricar procesadores EPYC de cuarta generación con ocho chiplets de cómputo independientes en lugar de un troquel monolítico, se evitó generar alrededor de 50.000 toneladas de emisiones de CO2 en 2023. Es esencial recordar que esta cifra es una estimación de AMD basada en cálculos teóricos.
Algunos participantes del mercado también destacan las desventajas del diseño de chiplets. Una de ellas es la necesidad de contar con conexiones en chip de alta velocidad.
Fuente: The Register