Okan Kaya ha batido el récord de la sesión de juego más larga de todos los tiempos tras haber jugado a Call of Duty: Black Ops 2 durante más de 135 horas.
Las maratones de juego pueden acabar muy mal a veces, puesto que más de una vez los jugadores acabaron muriendo.
Su logro ha sido comprobado por los representantes del libro Guinness de los Récords, quienes confirmaron que superó al antiguo dueño del récord, un canadiense que había jugado a Resistance en la PlayStation 3 durante 120 horas.
A pesar de que Kaya no tenga tan buen aspecto en la imagen de arriba, siempre tuvo la posibilidad de tomarse 10 minutos de descanso cada hora, un tiempo que podía ser acumulado, por lo que tuvo tiempo de dormir y relajar su cuerpo.