¿Qué puede aprender una inteligencia artificial de los perros? Mucho, dicen los investigadores de la Universidad de Washington y Allen Institute. Recientemente entrenaron redes neuronales para interpretar y predecir el comportamiento de los caninos. Sus resultados, muestran que los animales podrían proporcionar una nueva fuente de datos de entrenamiento para los sistemas de IA, incluidos los que se usan para controlar robots.
Para entrenar una AI a que piense como un perro, los investigadores primero necesitaron datos. Recolectaron esto en forma de videos e información de movimiento capturada de un solo perro, un Malamute llamado Kelp. Se tomaron un total de 380 videos cortos de una cámara GoPro montada en la cabeza del perro, junto con datos de movimiento de sensores en sus piernas y cuerpo. Esencialmente, Kelp se estaba grabando de la misma manera que Hollywood usa la captura de movimiento para grabar actores de CGI. Pero en lugar de que Andy Serkis diera vida a Gollum, estaban capturando a un perro que se ocupaba de su vida cotidiana: caminar, jugar e ir al parque.
“Sabemos que los perros son realmente muy cuidadosos, saben donde caminar, dónde pueden ir y dónde no”, dice Ehsani, uno de los investigadores. “Esta es una tarea muy difícil para una computadora, porque requiere mucho conocimiento previo”. Tendríamos que invertir mucho tiempo de programación en un robot, con muchas reglas, pero un perro ya las conoce todas. Entonces al observar el comportamiento de Kelp, la red neuronal aprende estas reglas sin necesidad de que se las enseñen. En otras palabras, aprendió del perro.
La red neuronal entrenada con los datos de Kelp pudo identificar con precisión “superficies transitables”.
Ahora, es importante incluir muchas advertencias en todo esto, el software creado por estos investigadores no es de ninguna manera un modelo de cerebro de un perro o su conciencia. Todo lo que hace es aprender algunas reglas muy básicas a partir de un conjunto limitado de datos, es decir, le enseñamos a la IA, a donde le gusta caminar a un perro. Y como con cualquier otro sistema de inteligencia artificial, aquí no hay ningún razonamiento, el software simplemente busca patrones en los datos. Esto en sí mismo no es nuevo, investigadores siempre están entrenando sistemas de inteligencia artificial a partir de datos similares.