El objetivo es inyectar chips en el cuerpo humano con una aguja hipodérmica y comunicarse con él mediante ultrasonido, es lo que viene y en la actualidad, el prototipo puede medir la temperatura corporal, aunque las revisiones futuras podrían monitorear métricas como la presión arterial, la respiración y la glucosa.
El chip más pequeño del mundo
Investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Columbia han desarrollado el chip más pequeño del mundo, un circuito electrónico de funcionamiento completo.
El chip implantable, fabricado por TSMC, es tan pequeño como un ácaro del polvo y solo se puede ver con un microscopio. Consume un volumen total de menos de 0,1 milímetros cúbicos y, en lugar de utilizar enlaces de comunicaciones de RF tradicionales, el equipo confía en el ultrasonido para alimentarlo y comunicarse con él de forma inalámbrica.
Como destaca EurekaAlert (el nombre que le dieron al chip), la electrónica implantada tradicional hasta este punto ha sido muy ineficiente en términos de volumen, requiriendo a menudo múltiples chips, diferentes empaques, cables y transductores externos. Muchos también usan baterías para almacenar energía.
Ken Shepard, el líder del estudio, dijo que querían ver hasta dónde podían empujar los límites sobre qué tan pequeño puede ser un chip funcional, y si se podía fabricar. “Esta es una nueva idea de ‘chip como sistema’: este es un chip que, por sí solo, sin nada más, es un sistema electrónico completamente funcional”, agregó Shepard.