Los GPUs Intel i740 e i752 tuvieron poca aceptación en la industria, motivo por el que Intel abandonó la fabricación de GPUs dedicados, enfocándose en adaptar y mejorar sus tecnologías gráficas para su integración en los chipsets y posteriormente en sus propios microprocesadores, camino que ha mantenido hasta la actualidad con sus recientes GPU Haswell Graphics, integrados en sus microprocesadores Core de cuarta generación Haswell.
El GPU Intel Haswell Graphics GT3E (Iris Pro 5200), es el GPU más potente desarrollado por Intel, y posee un rendimiento gráfico que supera al de cualquier IGP actual; motivo por el que muchos analistas consideran que si en algún momento Intel piensa retornar a la fabricación de GPUs dedicados, este sería un muy buen momento.
Ante dicha interrogante, Intel revela que de momento no está en sus planes el ingresar al mercado de los GPUs dedicados, por lo que continuarán su enfoque en los gráficos integrados, y en sus aceleradores paralelos Xeon Phi.
También se les preguntó si considerarían el lanzamiento de un hipotético Core i3 K con el multiplicador desbloqueado, ante lo que respondieron que no consideran el lanzar un producto de ese tipo.