A principios de esta semana nos enteramos que los procesadores Rocket Lake-S (Intel Core de 11ª Generación para escritorio) no serán compatibles con las placas madre con chipsets H410 y B460, y ante el reclamo del público y las dudas de la razón detrás de ello, Intel salió a aclarar el porque de esta limitación.
El motivo radica en que algunos lotes de chips Intel B460 y H410 son en realidad chipsets de generación anterior renombrados, construidos a un proceso de fabricación de 22nm y con características tecnológicas más antiguas que las presentes en los chipsets Z490 y H470 que son más modernos y se basan en los 14nm.
Particularmente, al ser chipsets más antiguos, estos carecen de la capacidad de comunicarse con los procesadores Rocket Lake-S utilizando el protocolo PMSYNC/PMDN, un cambio que Intel introdujo con las microarquitecturas Tiger Lake y Rocket Lake.
¿Por qué hicieron un refrito con esos chipsets? Bueno, esto se produjo a raíz de la escasez de chips de 14nm de Intel, donde la empresa prefirió utilizar estas obleas para fabricar productos con un margen de ganancia mayor, como procesadores o placas madre tope de línea.
Si tienen un chipset H410 o H470, no se preocupen: Recordemos que Intel cambiará el socket a fin de año con la llegada de Alder Lake-S, por lo que lo más lógico sería esperar a este lanzamiento en vez de actualizar a un procesador que será reemplazado en pocos meses.
¿Se justifica el motivo por el que Intel dejó afuera a los chipsets H410 y B460?
Fuente: TechPowerUp