Intel parece haber decidido hacer una limpieza completa en su línea de procesadores, ya que el fabricante de chips ha anunciado recientemente que dentro de un año dejará de producir otras tres CPUs antiguas que fueron construidas mediante los procesos de fabricación de 45nm y 32nm.
Los chips afectados por este cambio son Core i5-760, Core i5-655 K y Core i7-875 K, todos siendo sustituidos por nuevos procesadores basados en la arquitectura Sandy Bridge.
Los socios de Intel todavía podrán solicitar las tres CPUs hasta el 24 de febrero de 2012 e Intel planea continuar la distribución de estos modelos hasta el 10 de agosto de 2012. El programa de suspensión incluye tanto las versiones de bandeja, como los modelos en caja de estos procesadores.
Las CPUs Core i5-760 y Core i7-875K han sido construidos con la arquitectura Lynnfield introducida por Intel en septiembre de 2009 y fueron los primeros procesadores de la empresa en beneficiarse de un controlador PCI Express.
El modelo Core i5-760 tiene una frecuencia de reloj básica de 2,8 GHz, cuatro núcleos de procesamiento y una memoria caché L3 de 8 MB. Su precio fue establecido a 205 dólares.
Su hermano más potente, el Core i7-875K, también incluye cuatro núcleos de procesamiento y 8 MB de caché L3 compartida, pero su núcleo se sincroniza a una frecuencia ligeramente superior de 2,93 GHz, mientras que su precio básico es de 342 dólares. La letra K que aparece al final de su nombre simboliza el hecho de que el chip viene con un multiplicador desbloqueado.
El último procesador que será suprimido por Intel, el Core i5-655K, es el único modelo construido con el núcleo Clarkdale mediante el proceso de fabricación de 32nm.
Al igual que el Core i7-875 K, esta CPU también cuenta con un multiplicador desbloqueado, pero se beneficia sólo de dos núcleos de procesamiento y de una memoria caché L3 de menor capacidad (4MB).
La frecuencia básica del chip es de 3,2 GHz e su precio es de 216 dólares. Todos los procesadores que Intel decidió suspender utilizan el socket LGA 1156.