Junto al lanzamiento de sus nuevos procesadores Core de Décima Generación para escritorio “Comet Lake-S”, Intel quiso aparentar renovar su mismo disipador de fábrica que viene incluyendo hace años al pintarlo de negro, esperemos que con pintura termoconductora.
El disipador claramente se ve mejor en negro y no con el color del aluminio, aunque no deja de ser el mismo disipador delgado con poco poder de refrigeración que venimos viendo hace incontables años.
Intel podría minimamente haber invertido en un disipador de unos dólares más con mayor superficie de disipación y que utilice heatpipes en vez de un núcleo de cobre que tiene mucha menor transferencia térmica. Este modelo en particular viene con un i7-10700, el cual cuesta U$S 325, cuando AMD incluye opciones mejores en modelos más económicos, por lo que es otro punto más en contra de Intel a la hora de comparar los distintos procesadores.
Si bien para algunos usuarios el disipador incluido no es algo relevante, Intel deberá empezar a prestar atención a estos aspectos si planea volver a tomar la delantera, ya que muchos usuarios si se fijan en estos aspectos a la hora de comprar un nuevo procesador.
Será interesante ver si en los próximos años Intel por fin hace caso a la comunidad y trae un cambio marginal en sus disipadores, ya que claramente es algo que viene necesitando hace tiempo.
¿Que opinan sobre este “cambio” al disipador de fábrica de los procesadores Intel Core de 10ma. Generación?
Fuente: WCCFTech