Después de años de abordar numerosos desafíos de diseño y fabricación, los investigadores del MIT han construido un microprocesador a partir de transistores de nanotubos de carbono, que son vistos como una alternativa más rápida y ecológica a sus contrapartes de silicio tradicionales.
El microprocesador, descrito hoy en la revista Nature , puede construirse utilizando procesos tradicionales de fabricación de chips de silicio, lo que representa un paso importante para hacer que los microprocesadores de nanotubos de carbono sean más prácticos.
Los transistores de silicio, componentes críticos de los microprocesador, son los que cambian entre 1 y 0 bits para realizar cálculos, han estado en la industria informática durante décadas. Como predijo la Ley de Moore, la industria ha podido reducir y meter más transistores en chips cada dos años para ayudar a llevar a cabo cálculos cada vez más complejos. Pero los expertos ahora prevén un momento en el que los transistores de silicio dejarán de reducirse y se volverán cada vez más ineficientes.
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El procesador del MIT incluye 14.000 transistores de nanotubos de carbono y esta basado en la arquitectura RISC-V, el proyecto más avanzado de la industria en la búsqueda del chip Open Source. El procesador maneja instrucciones de 32 bits y realiza direccionamientos de memoria de 16 bits. El rendimiento es -de momento- muy limitado, pero el procesador ejecutó con éxito programas básicos de programación tradicional.
Este es, con mucho, el chip más avanzado creado por cualquier nanotecnología emergente que pueda manejar computación de alto rendimiento con la eficiencia energética necesaria. Hay límites para el silicio. Si queremos seguir avanzando en computación, los microprocesadores de nanotubos de carbono representan una de las formas más prometedoras para superar esos límites del silicio, comentan los responsables de la investigación.
Todavía hay muchos desafíos que superar, especialmente por los defectos señalados. Los circuitos avanzados necesitarán nanotubos de carbono con una pureza de alrededor del 99,999999 por ciento, lo que es imposible de producir hoy en día.
La investigación del MIT está apoyada por la organización industrial Analog Devices, la National Science Foundation, el Air Force Research Laboratory y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa que conocerás como DARPA. Nadie puede calcular una fecha para el lanzamiento de un chip comercial con nanotubos de carbono, pero los responsables de la investigación son optimistas: Creemos que ya no se trata de si, sino de cuándo.