Los científicos usan una impresora de inyección de tinta del tamaño de un escritorio y reemplazan el cartucho que normalmente contiene la tinta con uno lleno de células humanas.
Además, en vez de papel, las bandejas contienen un gel especializado que puede agarrar la sustancia celular “impresa”.
Utilizando todos los recursos, un programa informático deposita las células en capas, una sobre la otra, realizando formas vagamente biológicas.
Hasta ahora, los científicos han logrado producir una sustancia gelatinosa transparente que, créelo o no, es tejido mamario.
Los investigadores creen que incluso pueden imprimir en 3D implantes para pacientes con cáncer de mama.
Teniendo en cuenta que las cirugías de cáncer de mama dejan a las mujeres esencialmente mutiladas, duele no tener una manera de restaurar los pechos después de eliminar los tumores.
“Después de haber superado el trauma emocional de que podían haber muerto, muchas mujeres se quedan desfiguradas y tienen que lidiar con esto”, dijo Laura Bosworth, directora ejecutiva y cofundadora de TeVido.
No todo el mundo confía en los méritos de esta investigación, o al menos son escépticos sobre las probabilidades de que esto tenga beneficios reales. Es una cosa teorizar y otra crear un tejido vivo que no haga más daño que bien. Después de todo, muchos de los trasplantes son rechazados.
“Si imprimes en 3D un vestido o una pistola, es muy fácil garantizar su funcionamiento, pero los ensayos de la impresión biológica son muy lentos y costosos”, afirma Bosworth.
Tal vez algún empresario decide financiar este proyecto, pero de momento sólo podemos esperar para ver cómo evolucionarán las cosas.