Google Glass no ha tardado en ser rooteado por Jay Saurik Freeman y Liam McLoughlin, dos conocidos hackers dentro de la comunidad iOS y Android. En concreto, y según Freeman, el rooteo es realmente sencillo y en su caso apenas le llevó un par de horas, gracias a la utilización del reboot-bootloader y del debug mode.
Con lo dicho consiguió permisos de superusuario que abren las puertas a modificaciones y funciones, ampliando las posibilidades de Google Glass y las opciones de los consumidores. Por ejemplo gracias al acceso root los usuarios podrían optar por guardar sus archivos de forma local, en vez de en la nube.
Hay que recordar una vez más que estas primeras Google Glass son un prototipo y que, por tanto, podrían producirse importantes modificaciones en el modelo final que, en teoría, llegaría en algún momento de 2014. Con esto en mente es probable que el rooteo en la versión comercial de Google Glass no sea, ni de lejos, tan fácil como el de su prototipo.