Después de casi un año, el proceso de adquisición de Motorola Mobility por parte de Google ha llegado a buen puerto: la compañía de Larry Page puede ahora presumir de tener la capacidad de fabricar móviles, y muy buenos. El CEO de Motorola Mobility, como era previsible, ha dejado su cargo para ser substituido por Dennis Woodside, que es el miembro de Google que ha supervisado todo el proceso de adquisición.
Lo que esto significará es difícil de decir. Es posible que Google quisiera, sencillamente, asegurar un fabricante dedicado únicamente a Android: recordemos que Samsung, ZTE y LG, por poner un ejemplo, fabrican terminales con otros sistemas operativos y no están ligados a Google. Por otra parte, existe la posibilidad de que Google pretenda introducir un sistema en parte vertical, al estilo de Apple: hardware y software mucho más ligados y requisitos más estrictos.
En tercer lugar, si bien no es excluyente, está la ampliación de la cartera de patentes por parte de Google: con la adquisición de Motorola Mobility, Google se ve reforzada en caso de, por ejemplo, tener que entrar en litigios con alguna gran compañía del sector de la electrónica que fabrique teléfonos móviles y a quien no le guste Android en absoluto.