Hace bastante que venimos hablando sobre las instalaciones no deseadas de Windows 10 y la forma en que Microsoft trabaja para instalar mas y mas este nuevo sistema operativo.
Ahora sabemos que Teri Goldstein, una mujer que vive en California, tuvo la instalación de Windows 10 sin que ella la solicitara, y como resultado de todo esto su equipo de relentizó, su puso inestable, y de esta forma no pudo trabajar en su empresa por varios días.
Esta señora intentó resolver el problema hablando con el soporte técnico de Microsoft pero no le ofrecieron ninguna solución y de esta forma decidió llevar el caso a la corte y demandar a la compañía por 10,000 dólares en costos compensatorios por los problemas que esto ocasionó en su trabajo, y el costo de un equipo nuevo.
Goldstein dijo: Yo nunca había escuchado de Windows 10. Nadie me preguntó si quería la actualización. Desde el pasado mes de febrero, Microsoft decidió incluir Windows 10 en sus actualizaciones de seguridad y la convirtió en una actualización recomendada, de esta forma se descargaba e instalaba automáticamente a no ser que el usuario bloqueara el procedimiento. Debido a esta práctica, la compañía fue acusada de intentar engañar a los usuarios para forzarlos a instalar la actualización.
Gracias a esto ahora existe una demanda colectiva en contra de la compañía en Estados Unidos y Canadá, mientras tanto, Microsoft continuará ofreciendo las actualizaciones a Windows 10 de manera gratuita hasta el próximo 29 de julio.