Hace unos meses NVIDIA lanzo un sistema de compatibilidad de monitores con G-Sync, en donde se someten a prueba los monitores FreeSync y los que cumplen con una serie de requisitos, se etiquetan como G-Sync Compatible.
Hasta la fecha, 503 monitores han pasado por el laboratorio de NVIDIA y 28 (5,56%) han recibido la validación compatible con G-SYNC, lo que significa que fallaron 475 monitores.
¿Por qué? Un total de 273 monitores no han aprobado debido a que estaban fuera de rango de frecuencia de actualización variable 2.4:1. Un total de 202 monitores han sido rechazados debido a que la calidad de imagen era mala y existía un leve parpadeo.
Y en otros 33 casos, no se pudo conseguir un monitor para probar ya que no se fabricaban más.
En el curso de las pruebas, NVIDIA recopilo un montón de otra información interesante acerca de los monitores. Por ejemplo, el 55% tiene una frecuencia de actualización máxima por debajo de los 75Hz, por lo que si te gusta jugar con una tasa de cuadros más alta, quizás para tener una ventaja competitiva, la tecnología de NVIDIA nunca se activará, por lo que siempre tendrás parpadeos o V- SYNC habilitado para evitar esto, lo que aumenta la latencia de entrada, y hace que el juego se sienta menos receptivo.
Con las tarjetas gráficas GeForce RTX que ofrecen altos niveles de rendimiento en los títulos más recientes, como Apex Legends, Mordhau, Rage 2 y World War Z, las pruebas demostraron que los jugadores que compran pantallas con frecuencias de actualización que alcanzan un máximo de 75Hz, no tienen soporte a esta tecnología. Por ese motivo, en su lugar, NVIDIA recomienda que los jugadores compren pantallas G-SYNC o G-SYNC ULTIMATE que operan desde 1Hz hasta la frecuencia máxima de actualización de la pantalla, o pantallas compatibles con G-SYNC con mayores tasas de actualización.