Puede ser sorprendente para algunos que la mayoría de las comunicaciones globales se haga a través de cables submarinos que conectan a las personas entre continentes.
La instalación de datos submarinos no es nueva, de hecho, la primera instalación de datos grabada se produjo en 1850, aunque se utilizó simplemente para la telegrafía. Los tiempos cambian, sin embargo, y hoy en día, hay cables que pueden transmitir 160 terabits por segundo conectando continentes. Según Microsoft, eso es más de 16 millones de veces más rápido que el promedio de conexión a Internet que tenemos hoy día en nuestras casas, por lo que es capaz de transmitir 71 millones de videos de alta definición simultáneamente.
Uno de ellos es el nuevo cable MAREA, establecido a través del Atlántico por una operación conjunta de Microsoft / Facebook, que conecta Bilbao (norte de España) con Virginia Beach, Virginia. El cable se instala por debajo de la superficie del océano y mide más de 6.400 kilómetros de longitud. Pesa casi 4 629 toneladas y se sitúa a lo largo de una ruta al sur de los cables transatlánticos existentes, lo que debería asegurar conexiones más resistentes y fiables para los clientes de ambos lados.
Los datacables submarinos son enormes proezas de la ingeniería, y actualmente son los mayordomos de las comunicaciones mundiales. Por lo general, cuentan con diseños de siete capas distintas que rodean los cables ópticos, asegurando su protección contra las condiciones inusualmente agresivas que los rodea.