La criptomoneda de El Juego del Calamar ya no existe, y su corta vida le dio unos $ 3.38 millones de dólares a unos estafadores. Estaba cantado que era una estafa y muy obvia, solo con ver que los inversores podían comprar la criptomoneda pero no podían venderla.
Por desgracia mucha gente no recibió la advertencia de que era una estafa a tiempo.
La criptomoneda SQUID alcanzó su punto máximo con un precio de $ 2,861 antes de caer a $ 0. Este tipo de robos, comúnmente llamado un “rug pull” por los inversionistas de criptos, ocurre cuando los creadores de una criptomoneda cobran rápidamente sus monedas por dinero real, esto hace que la criptomoneda se devalúe inmediatamente.
La moneda SQUID se lanzó la semana pasada e incluía muchos carteles de estafa obvia, incluido un sitio web que había sido creado hacia solo semanas lleno de errores ortográficos y gramaticales. El sitio web, alojado en SquidGame.cash, ha desaparecido, junto con cualquier otra presencia en las redes sociales creada por los estafadores.
Pueden ver una versión archivada del sitio web aqui.
Otras señal de alerta fue el canal de Telegram de SQUID, creado por los estafadores, en donde no se permitía comentarios. Y en la cuenta de Twitter nadie respondía las publicaciones.
Pero la mayor señal de alerta fue que todos los que compraban la moneda no las podían vender. Eso no impidió que los principales medios de comunicación como la BBC, Yahoo News, Business Insider, Fortune y CNBC publicaran notas sobre cómo la nueva criptomoneda Squid Game se había disparado en un 83,000% en solo unos pocos días.
¿Esto significa que los inversores finalmente han aprendido la lección y ya no invertirán en proyectos turbios de criptomonedas? Eso es poco probable. A los estafadores les encantan las criptos y su entorno porque es increíblemente difícil diferenciar a los estafadores de alguien que está tratando seriamente de crear una criptomoneda legítima