Una empresa minera de BTC en Pensilvania compró recientemente la planta de energía Scrubgrass, que se encontraba con dificultades financieras (seguramente la pago barata). Actualmente, la planta produce suficiente energía para 1.800 mineros de Bitcoin, con un aumentos de producción planificado para soportar unos 20.000 mineros para 2022.
La extracción de las principales criptomonedas, como Bitcoin o Ethereum, requiere una gran cantidad de energía.
Una sola transacción de Bitcoin, incluidos los recursos necesarios para extraer la moneda, puede tener un consumo de 1.700 kilovatios hora (kWh). Para que tengan una idea una casa normal consume unos 150 a 300 kilovatios al mes. Esta creciente demanda de energía ha obligado a los grandes equipos de minería de criptomonedas a aprovechar cualquier medio disponible para producir energía al menor costo posible.
Stronghold Digital Mining en Kennerdell, Pensilvania, se ha unido a las filas de las operaciones mineras que han buscado resolver sus desafíos de suministro de energía por sí mismos. Según Stronghold, que anuncia a su organización como un «minero de Bitcoin ambientalmente beneficioso y verticalmente integrado», la planta quemará el carbón residual de Pensilvania para alimentar el hardware de minería en contenedores junto a la planta. El carbón residual, es lo que queda después de las operaciones de extracción de carbón; puede ser particularmente dañino para el medio ambiente al liberar metales como el aluminio, el hierro y el manganeso en el suelo y las fuentes de agua circundantes.
Stronghold planea quemar carbón residual, y luego devolver al estado la tierra recuperada previamente contaminada a través del Departamento de Protección Ambiental de Pensilvania (DEP). Hasta ahora, Stronghold ha ayudado a recuperar más de 405 hectáreas de tierra de Pensilvania. A pesar de la capacidad de quemar los desechos y minimizar la amenaza de contaminación, el carbón residual produce una cantidad significativa de dióxido de carbono. Estos tipos de emisiones son una preocupación constante para los grupos de vigilancia ambiental que monitorean la huella de energía y contaminación del Bitcoin.