El presidente de Brasil, Lula da Silva, convocó una reunión con representantes de los Poderes de la República para abordar la creciente ola de violencia en el ámbito educativo. En la reunión, Lula identificó a los videojuegos como una de las causas, a los que calificó de «basura», y los asoció con la violencia y la muerte.
De acuerdo con las declaraciones del presidente, los videojuegos son una de las causas del problema, ya que tienen un impacto negativo en los jóvenes que dedican largas horas a jugarlos. El mandatario afirmó que estos juegos no promueven el amor ni la educación, sino que enseñan a los niños a matar.
El mandatario concluyó su discurso enfatizando que el uso excesivo de videojuegos resulta en violencia entre los niños. Según Lula, es esencial abordar políticas públicas que prevengan la violencia en el ambiente educativo y controlen el acceso a los juegos electrónicos.
Las declaraciones del presidente suscitaron opiniones divididas entre los expertos. Mientras algunos afirman que los videojuegos ejercen una influencia negativa en la violencia del ámbito educativo, otros sostienen que no hay una relación directa entre los juegos electrónicos y la violencia.
Un diputado brasileño pidió al gobierno de Lula la suspensión temporal de los videojuegos con contenido violento en Brasil por 30 días. La semana pasada, el diputado presentó la solicitud al Ministerio de Justicia, en la cual se menciona el rumor de que el autor del ataque a una guardería jugaba videojuegos.
El diputado solicita la creación de mecanismos de criminalización en caso de encontrar contenidos delictivos, como la pedofilia, en las computadoras. También pide al Estado que debata y adopte medidas normativas para prevenir la violencia en la sociedad y garantizar la seguridad de los niños, niñas y adolescentes.