Matt Booty, jefe de Xbox Games Studio, realizó una sesión de preguntas y respuestas durante una reunión de la empresa la semana pasada, durante el transcurso de la misma abordó el tema de las condiciones laborales en Bethesda y su empresa matriz ZeniMax Media.
Se le pidió al directivo que hablará sobre una crisis que sucedió durante la creación de Fallout 76, juego que se lanzó años antes a que Xbox adquiriera Bethesda en 2021, según un informe de Kotaku. “El problema con este tipo de artículos es que miran hacia el pasado, a veces demasiado atrás en el tiempo”, dijo Booty durante la reunión.
Booty afirmó que la cultura Crunch “es parte de la industria”, y agregó: “No lo estoy justificando, tan solo digo que era parte de la industria. Literalmente dormía debajo de mi escritorio al principio de mi carrera. Y eso lo veíamos como un emblema de honor”.
“Conozco el liderazgo de Bethesda y se que no tenemos una situación de Crunch… estoy seguro de eso”.
Booty agregó que hay una probabilidad de que el Crunch se desarrollara sin que él lo supiera, por eso alentó a los empleados a seguir los procesos internos de Xbox, que incluye la capacidad de brindar comentarios anónimos para garantizar la resolución de los problemas.
El Crunch es una práctica comúnmente utilizada por los estudios de videojuegos en la que hacen trabajar a sus empleados por encima del tiempo estipulado para alcanzar a cumplir con fechas de entrega. Estos extenuantes períodos de trabajo pueden alargarse por semanas, meses e incluso años.
Los últimos títulos de Bethesda, Starfield y Redfall, estaban programados para ser lanzados a finales de este año. Sin embargo, en un comunicado el mes pasado, la empresa anunció que necesitaba más tiempo para desarrollar los juegos, retrasándolos hasta 2023.
Fuente: VGC