Parece que Palmer Luckey, el cofundador de Oculus, podría estar pasando demasiado tiempo en Anduril Industries, la empresa de tecnología gubernamental de defensa que fundó después de dejar Facebook. Este señor a creado un nuevo casco VR, aunque es poco probable que sea algo que quieras probar, ya que si un usuario muere en el mundo virtual, el dispositivo lo mata en el mundo real, usando explosivos.
Matrix es una de varias piezas de ciencia ficción en las que aquellos que mueren dentro de un mundo virtual también mueren en la vida real, algo que Luckey analiza en la publicación de su blog. Además hace referencia a un incidente de Sword Art Online, un anime de mediados de la década del 2000 que genero varios videojuegos. Según la ficción, el 6 de noviembre de 2022 paso algo en «SAO», en el que 10.000 jugadores quedaron atrapados en un VRMMORPG, 4000 de los cuales murieron en la vida real después de que sus personajes murieran en el juego.
Para marcar la llegada de la fecha, Luckey anunció la creación de un casco de realidad virtual que puede realizar la misma función que el casco NerveGear de SAO, matar a su usuario. En lugar de usar ráfagas de microondas de alta intensidad para acabar con la vida de un jugador, la versión de Luckey hace el trabajo con tres cargas explosivas incrustadas en el frente del casco del usuario.
Los explosivos se activan cuando un «fotosensor» detecta un tono particular de rojo que aparece en la pantalla cuanto te matan en el juego. Luckey dijo que las cargas instantáneamente «destruyen el cerebro del usuario» al dispararse, lo cual es reconfortante saber. También tiene planes para agregar un mecanismo antimanipulación para que los auriculares no se lo puedan quitar o destruir mientras alguien los usa.
La buena noticia para aquellos que ya sienten que están viviendo en un infierno distópico en donde existe un caso VR asesino, es que parece un Meta Quest Pro modificado, por lo que en «este momento» solo es un prototipo o quizás ni eso.
Luckey admitió que no se ha atrevido a probar el dispositivo él mismo y que, en este momento, es solo «un recordatorio que invita a la reflexión de caminos inexplorados en el diseño de juegos». Se despidió con la ominosa advertencia de que, aunque este es el primer casco de realidad virtual capaz de matar a un usuario, no será el último.
Si bien los auriculares podrían compararse con una versión extrema de los chalecos hápticos que recrean impactos de bala y piñas en los juegos, su naturaleza recuerda al casco de detección de pornografía desarrollado en China.