Cuiden su lenguaje, las palabras significan diferentes cosas para diferentes personas, por lo que las ondas cerebrales que se provocan podrían ser una manera de identificar todo esto.
Blair Armstrong del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje en España y su equipo registraron las señales cerebrales de 45 voluntarios mientras leían una lista de acrónimos, utilizaron programas de computadora para detectar diferencias entre los individuos.
Al parecer cada cerebro reacciona de diferente manera a estos estímulos según los recuerdos semánticos de cada sujeto, ofreciendo en diferentes mediciones una tasa de acierto del 94% y dejando un margen de error bastante razonable.
Y con esto llega la búsqueda de una alternativa a la contraseña más segura.
La idea que da forma a todo esto es bastante sencilla de entender, ya que toda la investigación se basa en el análisis de los estímulos y reacciones que se producen en el cerebro de diferentes sujetos ante diferentes tipos de acrónimos, que como sabemos son siglas que representan a conjuntos de palabras y que en muchos casos adquieren personalidad propia, desplazando a aquello que representan.
De momento parece que no sería posible llegar al 100% de acierto por el ruido que genera el propio cerebro en las mediciones, pero quizá en futuro con la tecnología adecuada esto sea posible.