Conocida por los altos rendimientos de sus líneas de producción, TSMC se ha vuelto cada vez más competitiva entre los grandes nombres del mundo de la tecnología. Entre ellos se encuentra Intel, cuyo CEO Pat Gelsinger visitó Taiwán esta semana para sostener una reunión cara a cara con los principales ejecutivos del fabricante.
La breve visita de Gelsinger tenía como objetivo asegurar mayores reservas para la línea de producción de 7 nanómetros de TSMC y otros nodos más maduros.
Esto es parte de la estrategia de Intel para mantener su mapa de lanzamiento y objetivos comerciales.
Si bien Intel se ha encargado tradicionalmente de lanzar sus propias CPU, la empresa ha ampliado su estrategia en los últimos años. Las GPU ARC Alchemist, por ejemplo, se basan en las capacidades de producción de la fundición taiwanesa, que también cumple con los pedidos de competidores como NVIDIA y AMD.
La reunión entre los accionistas de Gelsinger y TSMC no está necesariamente relacionada con el deseo de obtener más unidades de CPU y GPU modernas.
El foco del director de Intel son los nodos maduros, especialmente los que se utilizan en el segmento de servidores.
Los envíos de productos de Intel son más bajos que otros años debido a la falta de componentes como chips LAN y otras partes. Por lo tanto, tiene sentido que Intel busque el apoyo de fabricantes capaces de satisfacer esta demanda, luego de su visita a TSMC, el ejecutivo viajó a Japón para reunirse con representantes de varias empresas, incluida Tokyo Electron.
Esta es la segunda visita reciente de Gelsinger a Taiwán, un país considerado de difícil acceso debido a sus estrictas políticas por la lucha contra el COVID-19. En diciembre, el ejecutivo visitó el país en misión diplomática, tratando de deshacer la mala impresión que dejaron sus declaraciones de que el país no era un proveedor confiable de semiconductores dado el interés chino en sus territorios.