Gabe Newell lanzó Steam en 2003, y desde entonces se ha convertido en un hombre muy rico. El fundador de Valve se incluyó en la lista de Forbes de las 400 personas más ricas de América, con un patrimonio neto estimado en $ 5.5 mil millones. Gabe tiene 15 años al frente de la mayor tienda de juegos del mundo.
Newell ha sido una figura bastante regular de esas listas en los últimos años, pero en 2018 se produjo la llegada de un nuevo magnate de los videojuegos. Tim Sweeney, quien fundó Epic Games en 1991, llego a la lista de multimillonarios de Bloomberg.
Por supuesto, Sweeney y sus socios en Epic Games ya eran extremadamente ricos. La compañía ha sido un desarrollador exitoso durante mucho tiempo, pero en 2012, con la venta del 40% a Tencent, Sweeney y sus socios comerciales fueran aun más millonarios. Sin embargo, un cierto lanzamiento por 2017 los ha catapultado a un nuevo nivel de ricos.
No es ningún secreto, por supuesto, que Fortnite Battle Royale ha hecho a Sweeney (y al resto de Epic Games) increíblemente ricos. Solo el año pasado, la compañía acumuló $ 3 mil millones en ganancias. La participación de Sweeney en la compañía, según Bloomberg pone su patrimonio neto personal en $ 7.16 mil millones, convirtiéndolo en la 192ª persona más adinerada de los Estados Unidos, y el pobre de Newell, queda con un estimado de 4.3 mil millones de dolares.
Todo es relativo, por supuesto, y cuando estas obteniendo ingresos de diez cifras, no creo que unos cuantos miles de millones adicionales aquí o allá hagan una gran diferencia. Pero como mínimo, el dramático ascenso de Sweeney a estos niveles extremos de riqueza pone en perspectiva el poder financiero de Fortnite.