La inteligencia artificial, ha estado con nosotros desde hace décadas, aunque en sus inicio tuvo un gran obstáculo, la capacidad computacional de las computadoras y Super Computadoras de la época. En aquel entonces, las computadoras simplemente no poseían el poder necesario para explotar el verdadero potencial de la IA. Sin embargo, todo esto cambio drásticamente en los últimos años gracias a los avances en hardware. Este avance en el Hardware permitió un desarrollo mucho mas avanzado de la inteligencias artificiales a una escala que antes era inimaginable.
En un lapso de unos pocos años, hemos sido testigos de un progreso extraordinario en este campo. Pero con semejante avance vienen también preocupaciones reales. Y es donde entra el CEO de Arm, René Haas, que ha expresado su preocupación respecto a la posibilidad de que perdamos el control sobre estas inteligencias artificiales, y cómo esto podría alterar radicalmente la sociedad en la que vivimos.
La implementación de la IA se ha extendido a una variedad de dispositivos que utilizamos diariamente, como los smartphones. La posibilidad de usar aplicaciones avanzadas de IA, como ChatGPT, desde nuestros teléfonos es un claro indicativo de cómo ha evolucionado esta tecnología. Hace solo unos años, tal nivel de integración y capacidad parecería algo sacado de una novela de ciencia ficción. La inteligencia artificial generativa de hoy en día nos permite solicitar y recibir contenido en formas diversas, como texto e imágenes, adaptándose a nuestras necesidades y deseos específicos. Este nivel de interacción e integración marca un hito en la evolución de la IA y resalta la importancia de seguir de cerca su desarrollo y el impacto que tiene en nuestra vida cotidiana.
Que es lo que piensa el CEO de Arm
El director ejecutivo de Arm plantea la necesidad de introducir un mecanismo de apagado para la inteligencia artificial generativa en nuestros dispositivos, cuando sea necesario. Según su visión, la IA generativa desempeñará un papel fundamental en la evolución de los smartphones, permitiéndonos interactuar con ella para obtener respuestas a nuestras preguntas. Dado que aproximadamente el 70% de la población global utiliza dispositivos basados en la tecnología de Arm, la implementación de la IA en estos dispositivos tiene el potencial de extenderse ampliamente.
El CEO dice que la IA, al aprender de todas nuestras interacciones, tendrá un impacto significativo en diversos aspectos de nuestra vida, incluyendo el trabajo, la vida cotidiana y el entretenimiento. Una vez que experimentemos la utilidad de la inteligencia artificial, es probable que se convierta en una parte integral de nuestras vidas, pero también advierte sobre los riesgos asociados con un uso descontrolado.
René, en su visión del futuro, dice que la IA transformará la sociedad en un plazo de 5 a 10 años, lo que exige una toma de medidas adecuadas. Los gigantes tecnológicas como Google y Microsoft ya están inmersos en el desarrollo de sus propias IA, y parece solo cuestión de tiempo antes de que todo se base en este sistema. En este contexto de crecimiento exponencial de la inteligencia artificial, Arm proyecta un aumento anual de sus ingresos del 17% hasta el año 2025.