En los últimos años, las armas de fuego fabricadas mediante impresión 3D han sido objeto de controversia debido a que esta tecnología es relativamente nueva y accesible para cualquiera. En este contexto, un grupo de ingenieros está trabajando en el diseño de armas de fuego impresas en 3D que tienen la capacidad de disparar cargas explosivas de gran tamaño. Aunque se trata de un desarrollo en una etapa inicial, el potencial de estas armas para convertirse en un arma práctica y peligrosa en el futuro no puede descartarse.
Recientemente, la empresa D&S Creations publicó en YouTube un vídeo que muestra su intento de recrear un lanza cohetes antitanque AT-4 mediante la impresión en 3D, con misiles explosivos, que tienen el poder de neutralizar tanques. Sin embargo, se encontraron con dificultades al tratar de imprimir un lanza cohetes que pudiera disparar con precisión y seguridad, lo que resultó en pruebas iniciales en las que el proyectil salió volando en direcciones aleatorias, incluso cuando se usó un cable conectado al lanza cohetes para guiarlo hacia su objetivo. Además, los diseñadores activaron el lanza cohetes de forma remota por motivos de seguridad, lo que resultó ser una medida prudente, ya que el dispositivo explotó durante una de las pruebas. Aunque los resultados iniciales son prometedores, parece que todavía hay mucho trabajo por hacer para lograr un lanza cohetes impreso en 3D completamente funcional y seguro.
Armas diseñadas con impresoras 3D
Aún así, D&S comenta que tiene un diseño viable de bomba antitanque que teóricamente podría utilizar con un dron. Un miembro del equipo sugiere que los gobiernos podrían usar las impresoras 3D para obtener municiones más baratas o ayudar al ejército ucraniano a luchar contra la invasión de Rusia.
Sin embargo, a diferencia de algunos grupos que publican planos de armas impresos en 3D, D&S no planea publicar todo su trabajo. En las pruebas utilizaron municiones que se encuentran dentro de las regulaciones legales de la ATF, y los componentes de diseño esenciales seguirán siendo propiedad exclusiva de ellos.
Existe cierta preocupación de que las armas antiblindaje impresas en 3D puedan terminar en zonas de guerra o en manos de delincuentes, pero aparentemente esto aún no ha sucedido.