Todo comienza con Nortel, empresa que se fue a la bancarrota, y que logró vender su catalogo de patentes a un consorcio formado por Microsoft, Apple, RIM, Ericsson y Sony, entre otros. Google quiso hacerse con dichas patentes, pero no lo consiguió.
El intento por parte de Google de comprar esas patentes tenia una razón, evitar demandas futuras, tal y como auguraron los expertos hace cuatro años, cuando Nortel se fue a pique. Para entonces se previó una campaña hostil organizada contra Android, quien era susceptible a dichas patentes.
Finalmente han presentado una demanda contra Google y otros tantos fabricantes de smartphones basados en Android, como Asustek, HTC, Huawei, LG Electronics, Pantech, Samsung y ZTE, dejando a un margen a Sony, que al formar parte no está entre las afectadas.
La violación de seis patentes que se engloban bajo lo que han denominado motor de búsqueda asociativo, máquina publicitaria que proporciona anuncios al usuario que busca la información deseada en una red de datos. También tenemos otras como herramienta de navegación para la interfaz de usuario gráfica, filtro del protocolo de Internet o un centro de mensajes integrados.