Un investigador en Australia quiere saber: ¿Cuál es el impacto ambiental de la industria de los videojuegos y qué piensan los desarrolladores sobre su huella de carbono?
El investigador Dr. Ben Abraham, de la Universidad Tecnológica de Sydney (UTS), hace un llamado a los desarrolladores de juegos para que intervengan como parte de un nuevo proyecto de investigación que tiene como objetivo “crear un panorama de la intensidad energética del desarrollo de videojuegos contemporáneo en los lugares de trabajo donde los juegos se hacen “.
Para hacer esto, Abraham está buscando información de primera mano de los estudios de desarrollo de juegos con respecto a sus políticas y prácticas de emisiones de carbono.
Además de ese tipo de datos numéricos, el estudio busca que los encuestados hablen sobre las “actitudes de los desarrolladores de juegos hacia los posibles impactos ambientales de su trabajo”. La encuesta pide a los desarrolladores que discutan su nivel de interés y preocupación sobre el cambio climático y las emisiones de carbono que crea la industria del desarrollo de juegos.
“Esta investigación se está llevando a cabo para averiguar el uso de energía y las emisiones de carbono asociadas en la producción de juegos digitales tanto en los lugares de trabajo individuales como a lo largo de todo el sector”, para después poner soluciones a los posibles problemas. “La investigación pretende averiguar lo que los desarrolladores de videojuegos están haciendo para reducir su huella de carbono para informar las investigaciones y las decisiones de reglamento futuras que se dirigirán a apoyar prácticas sostenibles de desarrollo de videojuegos“.
Abraham dijo que los desarrolladores pueden participar en la encuesta sin identificarse a sí mismos ni a su empleador si eso es motivo de preocupación, aunque agregó que no siempre es posible proteger la identidad de los participantes.
En 2019, las Naciones Unidas anunciaron una iniciativa llamada “Playing for the Planet”, que vio a gigantes de los juegos como Microsoft, Sony, Ubisoft y Niantic anunciar planes para trabajar en idear mejores prácticas para reducir el impacto ambiental de la industria de los videojuegos. Nintendo no se encuentra en esta alianza, pero la compañía ya opera un Comité de Medio Ambiente en Japón, mientras que cada una de sus filiales en el extranjero tiene sus propios comités que analizan el impacto ambiental en sus regiones.
Microsoft está produciendo 825,000 consolas Xbox con carbono neutral como parte de un programa piloto que representa las primeras consolas en la historia en llevar esa designación. En cuanto a Sony, la compañía ha dicho que la PlayStation 5 será más ecológica.
En total, se estima que los esfuerzos realizados por las 21 compañías de juegos darán como resultado una “reducción de 30 millones de toneladas de emisiones de CO2 para 2030”. Además, se plantarán “millones” de árboles, ademas las compañías de juegos adoptarán otras prácticas para mejorar en las áreas de “administración de energía, empaque y reciclaje de dispositivos”.
Fuente: Dr. Ben Abraham