La inteligencia artificial ya no es ciencia ficción. Esta tecnología está entre nosotros y evoluciona a pasos de gigante, dejando un rastro revolucionario allí donde se aplica. No es solo en la medicina o la robótica: otros sectores como el de los videojuegos también han caído bajo su influjo. Y es precisamente de esto último sobre lo que trata nuestro artículo. Te sorprenderá saber lo que se nos viene en esta área del ocio.
¿Qué es la IA?
Antes de todo, debemos dejar claro a qué nos referimos cuando hablamos de inteligencia artificial. Así que la definiremos como un conjunto de técnicas que hacen que software, máquinas y sistemas imiten el comportamiento humano. También son conocidas como técnicas de ‘machine learning’ o de aprendizaje automático. Estas son las responsables, en el caso de los videojuegos, de que los software analicen la información de su entorno y tomen decisiones como lo haría una persona. Pero igualmente utilizan otras tecnologías, como las de aprendizaje profundo y procesamiento del lenguaje, que les permiten mayor autonomía.
La IA en los videojuegos
Mientras que en las apuestas deportivas y blockchain se busca perfeccionar los sistemas de seguridad, en los videojuegos lo importante es la experiencia de juego. Gracias a esta tecnología, los diseñadores de software pueden hoy ofrecer juegos cada vez más realistas e inmersivos. Pero lo más importante es que el videojuego puede cambiar cada vez que lo juegues. Y, claro está, un rival que se reinvente en cada duelo supone un reto muy desafiante para cualquier gamer.
Evolución de la IA en la industria gamer
Solemos pensar que la IA es algo nuevo, pero no es así. Esta tecnología ha acompañado a la industria gamer desde sus primeros pasos. Su origen se puede rastrear hasta la década de los años cincuenta del pasado siglo. Eran los tiempos en los que el algoritmo MiniMax nos obsequió con los primeros juegos de ajedrez por ordenador. Pero los videojuegos tuvieron que esperar un poco más para incluir esta tecnología en sus diseños. Fue a comienzos de los 70 cuando Pong incorporó la IA. Este clásico marcó el comienzo de un camino que nunca dejaría de evolucionar. Desde que aquel primer rival virtual decidía sus propios movimientos para poder devolver el golpe a la pelota, han sido muchos los cambios. Así, pronto aparecería Space Invaders, que contaba con rivales más inteligentes, un aspecto que superó con creces el famoso Pacman en 1980.
Aún quedaría, no obstante, mucho camino para que la máquina decidiera y aprendiera por sí sola. En esos tempranos tiempos los programadores todavía influían en estas decisiones mediante scripts o lenguaje de programación. Sin embargo, esto cambió pronto con la llegada en esa misma década de los juegos de aventuras y estrategia. Títulos como Elite y Rogue fueron los primeros en crear escenarios aleatorios por medio de algoritmos. Esto marcó el nacimiento de los juegos procedurales. Estos son los que pueden generar su propio contenido mediante algoritmos. Así, en 1984 llegó Karate Champ con su capacidad de generar distintas personalidades a sus luchadores. Y cuatro años más tarde, First Queen incorporó en el mundo gamer los NPCs capaces de seguir al jugador.
La incorporación de los RTS
Pero el ‘salto cuántico’ de la industria gamer hacia la popularidad llegó en los años 90. Esto fue posible gracias a la incorporación de los videojuegos de estrategia en tiempo real (RTS). En títulos como Age of Empires y Starcraft, los rivales ya podían diseñar estrategias y tácticas de acuerdo a los movimientos del jugador. Pero el mejor ejemplo de la influencia de la IA en este aspecto fue Metal Gear Solid. Y así esta tecnología siguió avanzando hasta el día de hoy.
¿Cómo serán los videojuegos del futuro con la IA?
Para responder a esto, antes hay que aclarar que la influencia de la IA en los videojuegos es meramente lúdica. Es decir, que solo sirve como diversión dentro del propio juego. En este sentido, no podemos pensar que en el futuro veremos videojuegos con enemigos invencibles o perfectos. Porque ¿quién querría jugar un juego en el que sabe que nunca va a ganar?
Por ello, la inteligencia artificial en los videojuegos del futuro solo mejorará la experiencia de los jugadores. Serán juegos más vívidos, con NPCs cada vez más similares a los humanos y de jugabilidad adaptativa. También podemos esperar videojuegos más desafiantes, pero sin llegar a ser infalibles. En cualquier caso, lo que nos asegura la IA en el futuro de los videojuegos es una diversión que alcanzará niveles nunca vistos.